El vuelo fue tranquilito también otras 2 horas más o menos; de nuevo me tocaba ventana y esta vez estaba en la zona del medio; delante de las alas, nos dieron de comer porque eran cerca de las 13:00 horas y la verdad estaba buena la comida, al llegar a malta justo antes de aterrizar vi la isla y pensé -¿dónde me he venido?- porque no se veían poblaciones, ni casas salvo un rascacielos con ventanales azules; parecía que estaba desierta, más tarde me enteré de que allí las casas las hacen con la piedra que sacan del suelo, por tanto tiene el mismo color y por ello no se distinguen apenas desde el aire.
Aterrizamos, bajé del avión y pisé suelo Maltés por primera vez, en aquel instante supe que acaba de comenzar el que iba a convertirse en el mejor verano de mi vida hasta el momento, conocí gente maravillosa, disfruté de todo lo que hice y me lo pasé genial, es algo que nunca olvidaré.
Por último y como regalo os dejo el video que hice sobre el viaje a Malta, hecho con fotos de los paisajes y personas que allí conocí y que serán sin duda inolvidables para mi. ¡Espero que os guste!
Raúl Tébar