Acababa de salir de la ducha y estaba terminando de hacer la cama cuando de repente sonó el timbre. Me extrañó ya que no esperaba visita, me dirigí rápido hacia la puerta y miré por la mirilla. En ese momento no podía creer lo que estaba viendo; me quedé unos segundos en silencio, quieto, - no puede ser real, tiene que ser un sueño -, pensé.
...Ha llegado el día... son las 00:30 y ya por fín es 3 de Mayo, aún quedan unas horas para que llegue el vuelo de Japón, estoy tan nervioso que no voy a poder dormir ni siquiera unas horas.
Llevo horas preparado... me duché, me vestí y he repasado cada una de las palabras que le voy a decir en cuanto la vea, todos los sentimientos, todo lo que la he echado de menos y todos los planes de futuro que quiero cumplir a su lado.
... Hoy queda exactamente 1 año para que llegue el día... día que desde hace algún tiempo he perdido la esperanza de reencontrarme con alguien, pero aún así me he decidido a ir, al fin y al cabo no pierdo nada por intentarlo.
Esta vez os traigo una poesía un poco triste, porque no todo en la vida es alegre y divertido, también hay momentos de dolor y tristeza. Espero que la disfrutéis.
Aquí me encuentro; frente a mi ordenador, pensando en el verdadero significado de la palabra felicidad y en si de verdad existe o si algún día podre alcanzarla.
Y es que ayer sentí tocar la felicidad con la punta de mis dedos, viviendo el que hasta la fecha es uno de los mejores días; por no decir, el mejor día de mi vida.