Hace no mucho tuve la increible oportunindad de ir al desierto; hasta ahora solo lo había visto en fotos y por televisión y uno no se imagina lo impresionante que puede llegar a ser. Supongo que igual de impactante que puede resultar para alguien que vive en el desierto, poder ver el mar por primera vez.
He visitado muchos parajes naturales alrededor del mundo, mares, océanos, bosques, islas, montañas, volcanes, ríos, etc. Parajes verdaderamente bonitos e incluso había volado sobre el desierto de California, pero he de decir que desde el aire no tiene nada que ver.
Considero que el desierto hay que visitarlo al menos una vez en la vida, en cuanto atraviesas la primera duna todo el horizonte se vuelve desierto, solo ves dunas y mas dúnas con esa bruma de polvo de arena que caracteriza al desierto.
En este caso llegar allí no fue fácil ni rápido, más de 100 kilómetros nos separaban de aquel lugar llamado "Red Sands" y a medida que nos acercábamos la carretera era más peligrosa, el desierto empezaba a comerse la carretera y debíamos atravesar partes del desierto con el coche, las ruedas patinaban, el coche derrapaba y algunas cuestas debíamos encararlas con velocidad para no quedarnos bloqueados en medio sin saber que nos encontraríamos al llegar arriba, todo ello mientras nos cruzabamos con algunos todoterrenos que luchaban también por no quedar atrapados. Pero finalmente acabamos llegando sin ningún percance.
Y es ahí, al bajarte del coche cuando notas por primera el desierto bajo tus pies, comienzas a adentrarte en el imponente desierto, sintiendo como el aire que roza tu cuerpo arrastra la arena y ves como a ras de suelo el aire moldea las dunas constantemente. Sin duda lo más bonito es estar sobre una duna, justo en el perfil donde el aire va desgastando la cima y se va llevando la arena.
Es entre rojiza y anaranjada, muy fina y debido a que el sol está pegando todo el día está bastante caliente. Caerse en el desierto no se lo recomiendo a nadie ya que estarás un par de semanas quitandote arena de todo tu cuerpo, pero es dificil no caerse, ya que el suelo se hunde y desliza a tus pasos.
La verdad que agradezco haber tenido la oportunidad de surcar las dunas con un Quad y sentir que por mucho que avances el desierto no tiene fin, detenerse en lo alto, mirar al horizonte y tener la sensación de que eres el último superviviente de la tierra y de que estás en el fin del mundo.
Raúl Tébar