Perdóname.... perdóname por no haber estado ahi... por no haber podido disfrutar a tu lado, por no haber compartido ese día contigo.
Miles de kilómetros nos han separado, como miles de segundo estoy perdiendo cada día lejos de ti... y tan sólo una videollamada, unos minutos a través de un móvil para poder desearte lo mejor y esperar que no haya mas momentos alejados...
Hoy quiero dedicar esta entrada a las Fuerzas Armadas, y es que nunca reparamos en el valor que tienen las cosas hasta que realmente nos damos cuenta de la necesidad. En España tenemos la suerte de vivir tranquilos, ningún otro país nos amenaza e incluso en muchas ocasiones criticamos la labor de los militares.
Hace no mucho tuve la increible oportunindad de ir al desierto; hasta ahora solo lo había visto en fotos y por televisión y uno no se imagina lo impresionante que puede llegar a ser. Supongo que igual de impactante que puede resultar para alguien que vive en el desierto, poder ver el mar por primera vez.
Se apagan las luces.... tan solo se escucha el tic-tac del reloj, una última mirada hacia atrás... todo está en calma. El leve destello de los rayos del sol al amanecer me dejan ver mi pequeño rincón de soledad, se cierra la puerta.... es hora de empezar esta nueva aventura.