Aquí me encuentro; frente a mi ordenador, pensando en el verdadero significado de la palabra felicidad y en si de verdad existe o si algún día podre alcanzarla.
Y es que ayer sentí tocar la felicidad con la punta de mis dedos, viviendo el que hasta la fecha es uno de los mejores días; por no decir, el mejor día de mi vida.
Me recuerdo caminando por aquel andén hecho un flan de lo nervioso que estaba, recuerdo verla a lo lejos, la recuerdo saludándome tímidamente con un simple ''hola'', la recuerdo caminando a mi lado y nos recuerdo subiendo aquellas escaleras para decidir dónde íbamos a comer.
Nos recuerdo comiendo, mirándola a esos preciosos ojos y esos rojizos labios; nos recuerdo hablando de todo un poco, su vida, la mía... Nos recuerdo buscando juguetes, correteando por aquellos pasillos, riéndonos, mirándonos, rozándonos...
Nos recuerdo perdiéndonos en aquel centro comercial buscando los baños, nos recuerdo subiendo y bajando escaleras...
Nos recuerdo yendo hacia aquel parque, buscando un poquito de césped donde sentarnos, nos recuerdo decidiendo ir mejor a un banco y nos recuerdo allí sentados, muy juntitos... tanto que casi podía sentir el calor de su suave piel...
Nos recuerdo contando pisos de aquel rascacielos, la recuerdo metiéndose conmigo y yo... bromeando con ella; nos recuerdo mirando aquellos perros metiéndose en la fuente.
Nos recuerdo cogiéndonos las manos, rozándole la pierna, acercándome a ella para besas sus mejillas, nos recuerdo abrazándonos... nos recuerdo casi deteniendo el tiempo cuando nuestros labios parecían que iban a encontrarse.
Nos recuerdo... dándonos el primer beso… tímido, dulce y precioso.
Nos recuerdo jugueteando, bromeando con provocaciones, olvidando el motivo de esperar en aquel parque...
Nos recuerdo cogidos de la mano, caminando hacia la multitud, nos recuerdo mirando aquella pantalla donde el partido ya había comenzado hace rato, nos recuerdo cogiendo caramelos y nos recuerdo mirando a la gente.
Nos recuerdo abrazados, sin darle importancia al partido; recuerdo que me encantaba besar sus hombros y su espalda, abrazar su cintura y sentir el tacto de su piel junto a la mía.
Nos recuerdo celebrando goles sin saber quien ni como lo había marcado, siguiendo el barullo de la gente, nos recuerdo celebrando la victoria y nos recuerdo caminando de camino a casa en aquella preciosa noche de verano por las calles de Madrid.
La recuerdo abrazándome en los semáforos...
Nos recuerdo despidiéndonos en aquella boca de metro de Callao, recuerdo verla marchar mientras lentamente yo descendía por aquellas escaleras hasta perderla de vista.
Me recuerdo recordando cada uno de los segundos que había pasado con ella, porque ayer sentí tocar la felicidad con la punta de mis dedos...
Estoy deseando volver a verla y volver a sentir que mi vida tiene sentido por poder compartir momentos con una persona tan especial como es ella, que con tan sólo una mirada, con tan sólo una caricia y con tan sólo una sonrisa, ha sido capaz de hacer que mi vida recupere aquello que un día perdió… la felicidad.
Raúl Tébar